domingo, 1 de abril de 2012

RESPUESTAS EMOCIONALES DEL PACIENTE CON SIDA Y PROTOCOLOS A SEGUIR

Antes de profundizar sobre el estado emocional de los pacientes que padecen Sida y la atención que le podemos ofrecer, es conveniente hablar brevemente sobre algunos aspectos de esta enfermedad.
La infección por VIH (Virus de la Inmunodeficiencia Humana) provoca un síndrome denominado SIDA (Síndrome de la Inmunodeficiencia Humana Adquirida),  es pues una enfermedad infecciosa que se adquiere por contagio a través del contacto con humores corporales con células infectadas o partículas de dicho virus.
La multiplicación a gran velocidad de este virus afecta al sistema defensivo del organismo por lo que deja de ser eficaz frente a muchas otras enfermedades que denominamos oportunistas.
Por lo tanto podemos tener en cuenta dos factores importantes:

*No todas las personas seropositivas desarrollan el SIDA pero SI todas ellas pueden transmitirlo.

*No es un problema de “grupos de riesgo”, sino de “conductas de riesgo”.

Otro aspecto muy importante a valorar es la percepción que la población tiene de esta enfermedad, pues en general, se reacciona con rechazo, discriminación y marginación social hacia ciertos colectivos convirtiéndose así en un Sida social”.

Viendo esta percepción social que a veces suele ser errónea debido al desconocimiento, podemos entender así las respuestas emocionales que sufren los pacientes con Sida, algunas de éstas son las siguientes:
*Desesperanza al tener que enfrentarse a una enfermedad cuyo tratamiento no existe.
*Ansiedad, depresión y sentimientos de culpa.
*Temor al aislamiento social.
*Temor a contagiar a la pareja o haber contagiado a otras.
*Temor a los efectos secundarios de los tratamientos y a los cambios perceptibles en su imagen personal.
*Temor a desfallecer y no poder soportar toda esa carga.
*Temor a la pérdida del trabajo o la falta de recursos económicos.
*Temor a la pérdida de la autonomía, pérdida de autocontrol de la propia vida, a no tener hijos.

Ante estas respuestas emocionales podemos deducir algunos protocolos de atención que debemos prestarles a estos pacientes, son los siguientes:
*Difundir las medidas de prevención de la transmisión del virus.
*Colaborar en desterrar errores sobre cómo se transmite y no se transmite la infección.
*Mantener estrictamente las precauciones universales cuando cuidemos del paciente.
*Reforzar positivamente la adquisición de comportamientos que mejoren su calidad de vida, animándole a que los mantenga y los tome como habituales.
*Remarcarle en la importancia de acudir a los controles médicos así como la toma de la medicación.
*Animarle a que abandone comportamientos y prácticas de riesgo.
*Servir de apoyo psicológico y social para evitarle sentimientos de culpabilidad.
*Mostrarle empatía y cercanía tanto a él como a su familia.
*Fomentar y favorecer su vida social.


** Por último recuerda que la información y la prevención continúan siendo la única vacuna contra el sida y el peligro de contagio no reside en llevar a cabo “ciertos actos” sino en “cómo los haces” **

Pedro Gámez.

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