martes, 10 de abril de 2012

PROCESO PSICOLÓGICO: PLANIFICACIÓN DE LA CONDUCTA HUMANA



PROCESO PSICOLÓGICO: PLANIFICACIÓN DE LA CONDUCTA HUMANA

Cambios de conducta:
Uno de los trabajos que realizaremos en un centro sanitario, será el intentar cambiar la conducta de ciertos pacientes que necesiten por motivos físicos, psíquicos o sociales mejorar su calidad de vida, su forma de pensar, objetivos y motivación.
Tenemos a un paciente con una enfermedad respiratoria, concretamente padece de tuberculosis en un primer estadio de su enfermedad. Es un hombre de setenta años y que vive actualmente en la casa de una de sus hijas en la Comunidad de Madrid.
Lo primero que debemos hacer para intentar ayudarle en un cambio de conductas, para mejorar no solo su enfermedad ,sino también en el aspecto psicológico y social, es hablar en el paciente e intentar primero, realizarle una entrevista formal para saber sus datos clínicos, enfermedades padecidas, alergias, antecedentes familiares. Tendríamos que completar lo más posible su Historia Clínica.
Ganarse la confianza:
Debemos intentar ganarnos su confianza para que pueda confiar en nosotros y de esa manera podremos conocerle mejor así poder ayudarle de manera más integral. Anotaremos todos los datos posibles que nos puedan ayudar a nosotros, como Técnicos Auxiliares de Enfermería, para comprenderle mejor, e intentar informarle de qué técnicas debe o no debe practicar para mejorar su salud física y psicológica fundamentalmente.
Al principio de la enfermedad es más fácil poder ayudarle a curar su enfermedad y a desarrollar nuevas conductas y actitudes ante la vida y ante su enfermedad. Debemos descartar enfermedades de tipo genético, y una vez que le hemos realizado un estudio más a fondo sobre su personalidad y desarrollo intelectual, realizando diversas técnicas para ello.
Expresiones verbales y no verbales:
Es importante vigilar su lenguaje, su forma de expresión, sus gestos, y su forma de pensar sobre algunos ejemplos concretos. Saber si es una persona introvertida o extrovertida, si contesta o no con rodeos, si es sincero cuando nos mira a los ojos o no.
Una vez que después de haber realizado con el paciente diferentes técnicas, como leer algunas revistas y que nos cuente que le parecen las numerosas noticias y reportajes que hay, podremos deducir su forma de pensar sobre ciertos temas sociales.
Aprender buenos hábitos:
En su rutina diaria deberemos cambiar ciertos hábitos y costumbres, como por ejemplo, no alimentarse demasiado, beber poco líquido, realizar poco ejercicio y no tomarse los medicamentos en los tiempos prescritos por el médico.
Tendremos que informarle al paciente, de no necesario que es el tener una buena alimentación variada y equilibrada y rica en proteínas, vitaminas y minerales fundamentalmente.
 También, debemos concienciarle de la importancia de realizar cinco comidas al día y de dar algún paseo diario por su barrio, para poder ejercitar los músculos de las piernas, y a la vez salir de casa y distraerse un poco, y que no sea solo la televisión uno de sus entretenimientos favoritos, para evitar la vida sedentaria.
Conductas positivas:
Si el paciente ya tiene alguna conducta positiva, como el ser una persona sencilla y agradable y de fácil conversación, por ejemplo, deberemos reforzar e incrementar su conducta para con los demás y sobre todo con su familia.
El paciente se debe sentir seguro en el centro sanitario y debe pensar que no solo se le va a curar su enfermedad respiratoria, sino que va a aprender nuevas formas de poderse cuidar a si mismo, y a los demás si fuera necesario.
Trabajo del auxiliar de enfermería:
El personal sanitario que está en contacto con pacientes de una cierta edad deberá tener una cierta flexibilidad y paciencia a la hora de mantener una conversación con estas personas mayores. Debemos comprender, que no tienen la misma agilidad mental que una persona joven por lo que debemos adaptarnos a las diferentes circunstancias personales de cada paciente.
Nuestro lenguaje debe adaptarse a todos los pacientes de diferentes edades, enfermedades, y circunstancias. No debemos utilizar tecnicismos, ni palabras de difícil comprensión para ellos. Debemos informar no solo al paciente, sino también a sus familiares para que ellos les ayuden a sobrellevar la enfermedad de una manera más agradable.
Dependiendo de las diferentes enfermedades, deberemos ofrecer unos consejos u otros. Igualmente, es interesante el subir la autoestima de los pacientes, para que se sientan seguros de sí mismos y ello les ayude a desarrollar nuevas actitudes y comportamientos en su vida diaria.
Conclusión:
Hoy en día, se le da más importancia al aspecto psicológico del paciente y no solo a la enfermedad fisiológica que padezca. Se ha podido demostrar a lo largo de los años, que los pacientes que son conscientes de su propia enfermedad, pueden superarla mucho mejor que los pacientes que ignoran lo que les sucede.
La colaboración de las familias es fundamental en el apoyo no solo físico, sino psicológico y afectivo que se le pueda ofrecer a los pacientes. Si estos se sienten rodeados de cariño y de cuidados, la evolución de su enfermedad será más positiva que si se sienten desamparados y falta de cuidados y de lazos afectivos.
Está demostrado, que el aprendizaje de nuevas conductas se realiza mucho mejor con ejemplos, y de una manera más informal y sosegada. No debe utilizarse el regañar a los pacientes porque no hacen lo que se les ha aconsejado, sino que debemos explicarles de forma relajada, las bondades de tener unas costumbres sanas, no fumar y beber y de llevar unas conductas en su rutina diaria, de responsabilidad y actitudes positivas.
 Bibliografía:
-“Promoción de la salud y apoyo psicológico al paciente”
M. Pilar Giménez Pérez, Mónica Tordera Alemán y Lourdes Beltrán Pinies
-Búsquedas en Google sobre:
Modificaciones de conducta en enfermos con patologías respiratorias.

Hola chicos soy Julia, ahí tenéis mi trabajo, espero que os guste. Un beso







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